martes, 17 de noviembre de 2009

Día del Militante: “Vuela pensamiento”

Por Roberto Luzardi
La gesta se prolongó por más de diecisiete años y el cruce del océano fue su culminación. Bastaron 15 horas finales entre las nubes para que él nos diera el abrazo imaginario. “Aquí estoy, otra vez con ustedes” habrá pensado cuando pisó el asfalto húmedo de Ezeiza.
Ese día, los pensamientos se mezclaron con las alas, y estos con el deseo mutuo. El General vuela, los ojos de millones miran al cielo, se acerca la hora de le redención.

“Vuela pensamiento, con alas doradas, pósate en las praderas y en las cimas donde exhala su suave fragancia el aire dulce de la tierra natal”. Así comienza “Va, pensiero” el coro del tercer acto de Nabucco la ópera de Giuseppe Verdi, que fue consagrada en himno por los patriotas italianos que buscaban la unidad nacional y la soberanía.

La obra está inspirada en el Salmo 137 cuyo tema es el destierro, el exilio y la nostalgia por la tierra natal. “Oh mía patria si bella e perduta”. Mi patria, bella y abandonada.

El avión charter de Alitalia, que partió de Roma la noche del 16 de noviembre de 1972 rumbo a Buenos Aires con Juan Domingo Perón y más de 150 pasajeros a bordo, había sido bautizado Giusseppe Verdi.

La nave del retorno cruzó el Atlántico y a las 11.15 del 17 se posó bajo una lluvia inusual. Descendió Perón, pisó su tierra, abrió los brazos y un paraguas negro lo protegió del chubasco. Era viernes. La dictadura de Lanusse lo había convertido en feriado para ahuyentar movilizaciones. La CGT había decretado paro general. La tensión -después de tantos años- estaba intacta. Cientos de jóvenes que no habían conocido a Perón burlaron a los uniformados y le ofrendaron, anticipadamente, su vida. El Viejo había vuelto después de casi 6300 días de exilio.

Pero cuál es el origen de lo que después llamamos el Día del Militante.
¿Habrá sido el día que alguien borró la leyenda “viva el cáncer”? ¿O quizás son los fantasmas que todavía merodean los basurales de José León Suárez.?

Creo que fueron las cientos de manos anónimas que con cal y alquitrán pintaron los paredones de la Patria con “Luche y vuelve”.
Y los proscriptos de la democracia, los apaleados del Plan Conintes, el voto en blanco, las huelgas obreras, el dolor de las picanas y las voces roncas de los desparecidos.

El Día del Militante, 17 de noviembre, es un hito que enaltece a la democracia argentina. Es una larga marcha por la restitución de los derechos sociales. El Día del Militante es un homenaje al argentino del subsuelo.
El Día del Militante excede al peronismo: lo abarca, lo contiene pero también lo proyecta. Les pertenece a todos aquellos que brindaron y brindan lo más excelso para conquistar una sociedad más justa y más igualitaria.

Así como el “Va, pensiero” de Verdi, hoy todavía vuela el pensamiento que germinó un 17 de Octubre, floreció un 17 de Noviembre y retoña, inexorable, en este tiempo que nos toca vivir.

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