martes, 10 de enero de 2012

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA SITUACION EN SIRIA

Es importante dedicar algunas líneas sobre la situación en Siria. Las cadenas internacionales, consecuentes con la defensa de los intereses de los centros de poder, califican desde una visión recortada que el gobierno del Presidente Bashar Al-Assad es asesino y violatorio de los derechos individuales. Sin que les tiemble el pulso, califican al proceso sirio como un régimen con “mano de hierro” y apoyan intervenciones extranjeras, como hicieron con Libia.

Hagamos un poco de historia. La figura de Al Assad es vidriosa para Occidente desde la consolidación de la República Siria como un Estado Socialista y Musulmán. Su riqueza petrolera, sus gestos hacia Latinoamérica y la alianza con la República Islámica de Irán ha sido motivo suficiente para que la OTAN y el imperialismo yanqui tracen su estrategia de ocupación. Cabe destacar que el gobierno Sirio respondió al malestar social (potenciado por los medios hegemónicos mundiales) con las reformas requeridas en torno a una mayor democratización de las instituciones y mayor participación de partidos políticos en la vida democrática, pero, en todo caso es un asunto de los sirios, y no de Occidente.

Por eso hay que separar la paja del trigo. Las manifestaciones internas existieron, y el gobierno respondió con mencionadas reformas, y seguramente, y como afirmo el mismo Al Assad, una vez ordenado el conflicto interno, se llame a elecciones con la participación de mas partidos políticos. Por otro lado, existe en el pueblo sirio, una conciencia nacional a la hora de repudiar la intromisión foránea, un ejemplo de esto es el masivo apoyo recibido en la plaza de Damasco luego de que la Liga Árabe (Organismo compuesto por todos los países árabes) expulsara a Siria, maniobra orquestada por Qatar y Arabia Saudita, principales aliados de los Estados Unidos.

No hay duda de que el gobierno sirio necesita algunas reformas serias. La libertad política, la cooperación de los partidos políticos y la prevención del unilateralismo son algunas de las demandas de la gente y que sin duda tienen que ser sostenidas, pero nada justifica una intervención externa.

La estrategia es clara, aislar a Siria para efectivizar la ocupación, como hicieron con Libia. De esta forma, se blanquea el rol de Estados Unidos en la vida interna de la Liga Árabe, por su alianza con Qatar y Arabia Saudita, el control político económico sobre Libia y Bahrein, y la estrategia de intervención en Siria e Irán.

Otra cuestión gira alrededor de las alianzas elegidas por un presidente que piensa en el sur. En 2010, el Presidente Sirio, Al Assad,  realizó una gira por América Latina. Allí, se estrecharon lazos importantes con Cuba, Venezuela, Brasil y Argentina. El motivo de los acuerdos tuvo que ver con la necesidad de construir una inteligencia comun con Suramérica que funcione como un contra poder, al poder de las potencias mundiales. En el acuerdo, se establecieron mecanismos de intercambio comercial a través de exportaciones de barriles de petróleo y alimentos.

Esta gestualidad no fue bien recibida por Estados Unidos y la OTAN, y mucho menos por Arabia Saudita y Qatar, ya que, Siria, a través de la Liga Árabe, promovió acuerdos con dos países fuertes en petróleo como Brasil y Venezuela, dos países de buena relación con Irán.

Por otro lado, la relación de Siria con Rusia y China, también genera incomodidad a Estados Unidos y la Unión Europea. Ambos países están dando una disputa a la hegemonía mundial de Estados Unidos y se opusieron al veto de Siria en la Liga Árabe.

Los centros de poder tienen la única intención de exportar la crisis a los países del medio oriente y el Norte de África. Allí tienen sus aliados (Israel, Arabia Saudita, Qatar). La reunión del presidente de Irán con el comandante Chávez expresa la union de los pueblos que resisten la bota imperialista. América Latina cumple el rol de trabajar con los pueblos oprimidos. Siria, Palestina, Libia e Irán, tienen muchas cosas en común, más allá de que son procesos distintos en su composición, todos ellos resisten la idea imperial de que la libertad se escribe con sangre y muerte y buscan el fortalecimiento de las naciones árabes desde la propia idiosincrasia de sus territorios. Se pueden decir muchas cosas de estos países, negar la crítica es negar el debate en general, pero ninguno invadió ningún país, no comenzó ninguna guerra y no tiene bases militares o tropas por doquier. Y como si fuera poco desafían a las potencias mundiales. Y eso no se perdona.

Augusto Taglioni-JP Descamisados

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