Delía planteó la importancia de los festejos del Bicentenario como un nuevo paradigma cultural generados por este proceso político. “Los cambios sociales, políticos y económicos dependen de la voluntad política de quienes conducen, en este caso Néstor y Cristina Kirchner, pero los cambios culturales no pueden hacerse por ley ni por decreto”, dijo el dirigente. A su vez, agregó que “estos cambios de paradigma significan un abandono de la lógica neoliberal en términos de valores, y una recuperación de lo nacional y popular vinculados a la cultura de la solidaridad, la producción y el trabajo”.
El titular del FTV consideró importante la construcción de una tendencia que apunta a la profundización del proyecto nacional, aseveró que “se trata de tener una agenda que posicione a determinadas fuerzas políticas dentro del Kirchnerismo, sin construir una vanguardia enloquecida que se aleje del pueblo”. “Una agenda que incluya temas como la estatización de la renta minera, gasífera y petrolera, una reforma financiera, etc. La tendencia debe poder proponer una agenda a futuro sobre estos temas y construir fuerza popular organizada para ponerlos en debate”, continuó.
Consultado sobre la participación juvenil en la defensa del proyecto nacional, Delía aseguró que los dos millones que estaban en la 9 de julio celebrando el Bicentenario, eran en su mayoría jóvenes, esa es una señal alentadora de cara a los tiempos que corren”.
Por último, Luis Delía definió como principal déficit del gobierno a la construcción de fuerza propia. “Uno de los limites del Kirchnerismo ha sido la construcción de poder popular. Es una tarea pendiente, siempre demandada y no siempre atendida desde la conducción”, culminó.
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