jueves, 22 de octubre de 2009

El único demonio es la exclusión

La noche del 9 de Octubre en las puertas del Congreso se congregó una multitud de militantes de diferentes organizaciones sociales y políticas a celebrar lo que consideramos un triunfo de la democracia, la aprobación de la Ley de Servicios de Medios Audiovisuales.


Estos movimientos sociales fueron también los que estuvieron en las calles cuando se disputaba la distribución del ingreso, el fin de impunidad y el rompimiento de las relaciones carnales.

Son los que rompieron la invisibilidad a la que arrojaba el neoliberalismo a millones de compañeros desocupados en la década del 90, los que sostuvieron en cada barrio la olla popular, el merendero, el apoyo escolar, cuando el Estado estaba en función de los intereses especulativos del capital financiero.

Son los que resistieron en las calles la entrega del patrimonio nacional, la destrucción de aparato productivo, el empobrecimiento de millones de argentinos. Son los que mantuvieron viva la esperanza de que fuera posible volver a reconstruir la Patria después de la devastación de la dictadura y el menemismo.

Estos militantes pusieron toda su vida, su tiempo, su esfuerzo, su cuerpo, para que podamos volver a soñar con un país para todos.

También fueron estas organizaciones las que le pusieron nombre y apellido a los sectores que excluyen al pueblo: el capital financiero y demás grupos económicos transnacionales, monopolios locales, monopolios mediáticos, partidocracia traidora, oligarquía exportadora y los intelectuales cipayos antinacionales y antipopulares.

No por casualidad, todos esos intereses y sus representantes, nos señalan como el monstruo que trae “crispación”.

No nos sorprende que de un día para otro, las tapas de los diarios todos los días se ocupen de denostar a los que estuvieron en primera fila para garantizar que se apruebe una ley que termine con los monopolios de la comunicación.

No nos sorprende que los representantes de los grupos privilegiados nos agredan.

Lo que si nos preocupa es la insensatez de sus argumentos, la violencia de sus ataques y de la terrible repetición de sus argumentos inconsistentes en los medios de comunicación.

Es evidente que la derecha ha decidido demonizar a los movimientos sociales y es evidente también que hay sectores en nuestra sociedad que están dispuestos a legitimar la represión y la exclusión política de los sectores sociales y políticos que buscan una patria sin excluidos ni privilegiados.

Ante esta realidad, proponemos la unidad de todos las organizaciones populares, la búsqueda de articulaciones con otros sectores de nuestra sociedad para evitar el aislamiento al que nos quiere empujar la derecha económica, política y mediática y la profundización de los cambios necesarios para construir la Patria Justa, Libre y Soberana que merecen todos los argentinos.

Juventud Peronista Descamisados

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